EE. UU. descarta pena de muerte para capos mexicanos Zambada, Caro Quintero y Carrillo Fuentes

Washington.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) anunció este martes que no buscará la pena de muerte contra los narcotraficantes mexicanos Ismael “El Mayo” Zambada, Rafael Caro Quintero y Vicente Carrillo Fuentes, marcando un giro significativo en los procesos judiciales que se siguen en su contra.

La decisión fue comunicada mediante cartas oficiales enviadas por el fiscal federal Joseph Nocella Jr. a tres jueces del Distrito Este de Nueva York. En los documentos, se informa que la fiscal general, Pam Bondi, autorizó que el Gobierno no solicite la condena capital en ninguno de los tres casos.

“El Gobierno respetuosamente presenta esta carta para informar a la corte y a la defensa que la fiscal general ha autorizado e instruido a su oficina a que no busque la pena de muerte”, se lee en las misivas entregadas este martes.

La medida contrasta con la postura anterior del DOJ. En abril pasado, el Departamento había confirmado que buscaría la pena de muerte para Caro Quintero y Carrillo Fuentes, este último extraditado desde México junto con Caro Quintero en febrero pasado. Ambos enfrentan cargos por narcotráfico, y en el caso de Caro Quintero, también se le imputa responsabilidad en el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, ocurrido en 1985.

La extradición de ambos capos fue vista como una respuesta del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum a las presiones de la administración del presidente estadounidense Donald Trump, que ha insistido en intensificar la lucha bilateral contra el narcotráfico.

En cuanto a Zambada, líder histórico del Cártel de Sinaloa, el DOJ había indicado en junio que evaluaba la posibilidad de solicitar la pena capital por cargos de narcotráfico, lavado de dinero y delincuencia organizada.

Zambada fue arrestado en julio de 2024 tras arribar a Estados Unidos en un vuelo junto a Joaquín Guzmán López, hijo del “Chapo” Guzmán, en lo que su defensa ha calificado como un engaño.

En febrero pasado, Zambada solicitó formalmente al gobierno de México su repatriación, argumentando temor a enfrentar la pena de muerte. La decisión ahora conocida podría tener implicaciones en ese proceso.

El retiro de la petición de pena capital no implica que los procesos se detengan. Los tres acusados continúan enfrentando cargos graves y podrían ser condenados a cadena perpetua en caso de ser hallados culpables.